La cantidad de clientes que usan mascarillas caseras es muy alta. Y generalemente nos hacen la misma pregunta: ¿En serio? ¿Cómo algo 100% natural no funciona mejor sobre la piel?
Sabemos que te cuesta creerlo. Los medios de comunicación, especialmente las revistas, han generado una cantidad de información acerca de “remedios caseros” para todas las etapas que experimenta nuestra piel.
Aquí te daremos varios ejemplos para que tengas en cuenta:
La densidad molecular de algunos alimentos, como las fresas o el aloe vera, son completamente distintas a la capacidad de absorción molecular de la piel. Por más que te pongas este tipo de alimentos sanos en crudo y los conviertas en mascarilla, la piel no tiene la capacidad de absorber sus vitaminas y propiedades ya que no cuenta con los vehículos apropiados para llegar hasta la célula de la piel.
Algo similar sucede con el limón y la naranja que son ricos en Vitamina C. Así se apliquen directamente sobre la piel, es imposible obtener una Vitamina C estabilizada que sea beneficiosa, lo único que puedes lograr es quemar o irritar la piel.
Un último ejemplo tiene que ver con las exfoliaciones, que comúnmente encuentras en internet, con azúcar o café. Este tipo de alimentos tienen aristas que pueden crear pequeños cortes y abrasiones sobre la piel, que seguramente no notarás en las primeras aplicaciones, pero que con el tiempo dejarán la piel seca, sensible, lastimada y hasta enrojecida.
Nuestra recomendación es que consumas las frutas y las verduras. De esta manera sí encontrarás riqueza nutricional y efectos maravillosos que se reflejarán en la lozanía de tu piel.
También te recomendamos comprar tus productos cosméticos en laboratorios reconocidos o marcas que te den credibilidad y con las que hayas tenido buenas experiencias.
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